
Adolfo “Adolfito” Cambiaso: dolor, gloria y una leyenda de la Copa Oro
La final del prestigioso Campeonato Abierto Británico de Polo – Cowdray Gold Cup, celebrada el fin de semana pasado, lo tuvo todo: dramatismo, triunfo familiar y la fuerza de voluntad de una leyenda viviente. Pero lo que la convirtió de notable en inolvidable fue esto: Adolfo Cambiaso , considerado el mejor jugador de polo de todos los tiempos, ganó la Gold Cup con tres dedos rotos .
Sí, lo leíste bien.
En los últimos compases del partido, Cambiaso se vio involucrado en un fuerte choque con Nicolás Pieres. Cayó al suelo con fuerza. Y aunque visiblemente dolorido, se negó a abandonar el partido inmediatamente. Solo dos minutos antes del pitido final, abandonó el campo, permitiendo un penalti que casi le cuesta el partido a su equipo.
Pero resistieron: La Dolfina/Scone superó al equipo francés Kazak por 9-8. Y Cambiaso, con un dolor insoportable, se convirtió en el centro de una de las victorias más inspiradoras que este deporte ha visto en años.
La gloria de la Copa Oro: una victoria escrita en la historia
1. Noveno título de la Copa Oro: un nuevo récord
A sus 50 años, Cambiaso consiguió su novena Copa de Oro , convirtiéndose en el argentino más condecorado en la historia del torneo.
2. Padre e hija hacen historia
Este no fue un título más para Cambiaso. Fue la primera vez que un padre y su hija ganaron juntos la Copa de Oro Cowdray. Mía Cambiaso , con apenas veintipocos años, ofreció una actuación espectacular, ganando el premio a la Jugadora Más Valiosa (MVP) y el título de Mejor Pony Jugador para su yegua, DS Altamira .
3. Una familia de oro
Adolfo ganó su primera Copa de Oro en 1991. Ahora, más de tres décadas después, la ganó con sus dos hijos: Poroto en 2020 y ahora Mía en 2025. No hay duda: los Cambiaso son la realeza del polo.
Héroe en recuperación: ¿Qué sigue?
A pesar de su lesión, Adolfo no está parado. Ya está en rehabilitación y concentrado en regresar para los próximos torneos de la Triple Corona de Argentina. Aún no se sabe cuánto tiempo durará la recuperación (tres dedos rotos en la mano que batea no es poca cosa), pero si alguien puede desafiar las probabilidades, ese es Cambiaso.
Reflexiones finales: dolor, orgullo y pura historia
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Adolfo Cambiaso demostró una vez más por qué es una leyenda viviente: habilidad, agallas y corazón en igual medida.
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Mía Cambiaso está escribiendo su propio legado y lo está haciendo en los escenarios más grandes del mundo.
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El equipo de La Dolfina/Scone nos regaló una historia llena de emoción, adrenalina y orgullo familiar.
Esto fue más que una simple victoria: fue un momento memorable . Y con los Cambiaso, parece que la historia es una tradición familiar.
Imagen: crédito Adolfo Cambiaso